lunes, 24 de enero de 2022

Sobre el poder temporal, de San Roberto Belarmino (resumen)

 

 Resumen de los argumentos expuestos por San Roberto Belarmino y la respuesta que da a las objeciones de la postura contraria.

¿Es buena la existencia de autoridad civil, y legítima para los cristianos?

Argumentos por la positiva

Argumentos por la negativa

Respuestas de la afirmativa

Por la Escritura: Se llama “dioses” a los príncipes por juzgar con autoridad de Dios (Éx 22; Sl 81; 2 Mc 16; Dt 1; Prov 8,15).

Por la Escritura: Mt 17, Jesús no paga impuestos; Lc 22: los reyes gentiles se enseñorean; Rm 13: No hay que deber nada a nadie; 1 Co 7: no somos siervos de hombres: 2 Co 8 y Ef 4: solo Dios es Señor.

Mt 17: Cristo está hablando solo de sí mismo y muestra que Él, siendo Dios y Rey Supremo, no está sujeto a la obligación de pagar tributo.

Pero nosotros sí. Como mandan Cristo (Mt 22) y San Pablo (Rm 13,6).

Lc 22: Aquí Cristo distingue el magistrado eclesiástico de una forma particular de gobernar del magistrado político que está corrupto por la pompa, el orgullo y la arrogancia; y como tal, no se está refiriendo al magistrado político en general.

Rm 13:  no quiere decir que no se te permita estar obligado por ninguna ley, sino que debes pagar todas las deudas con prontitud, como dijo antes: “Pagad, pues, todas sus cuotas”

1 Co 7: convertirse en siervo del hombre aquí significa llegar a serlo solo por el bien del hombre.

2 Co 8 y Ef 4: el nombre del Señor se toma propiamente porque solo lo es Dios. Los príncipes no son “señores”, sino ministros de Dios, único Señor.

Por el ejemplo de los santos: Si la autoridad política fuera mala, los santos no la hubieran ejercido: Melquisedec, José, Moisés, Josué, los jueces, David, Salomón, Ezequías, Josafat, Josías, Daniel, Mardoqueo, Nehemías, Macabeos y otros.

Juan 4: al gobernante creyente no se le pidió renunciar a su autoridad. Tampoco al procónsul de Hc 15.

También el Emperador Felipe fue aceptado por el Papa Fabian, y la Iglesia nunca pidió a los cristianos abandonar las magistraturas (Eusebio, Historia VI, c. 25).

Además, si la soberanía fuera mala no se entiende por qué Cristo llamaría a sí a los gobernantes para que integren su Iglesia (Sl 2).

Muchos príncipes han abusado de su autoridad, no son útiles sino molestia. Ej.: Nimrod, Faraon, Nabucodonosor, Saul, Roboam, etc., ningún rey de Israel fue bueno.

1. Es falso que los príncipes sean en su mayor parte malvados. Ahí Adán, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Josué, casi todos los jueces y muchos reyes de Judá.

2. Príncipes malvados no prueban que la autoridad política sea mala, porque los malos abusan de las cosas buenas, pero los ejemplos de príncipes buenos demuestran que la autoridad es buena, porque los buenos no usan cosas malas.

3 Incluso es mejor tener príncipes malos que no tener ninguno, ya que conserva unidad del pueblo: “Donde no hay consejo, el pueblo decae” (Prov 11). Vea Tomás en Opusculum 20, c. 6, l. 1.

4. Que no hubiera rey bueno en Israel se debió a la providencia de Dios como castigo de su cisma.

Por la causa final:

La autoridad política es natural al hombre. El hombre es por naturaleza un animal social (Aristóteles, Política, I, 2).

Si la vida humana requiera de la sociedad, también de gobierno y gobernante, porque es imposible que una multitud pueda durar mucho a menos que haya alguien que la mantenga unida yse encargue del bien común (Prov 11: Donde no hay consejo, el pueblo decae).

Por la causa final: a los judíos se les permitió magistrado por su imperfección, eran niños (Gá 4). Pero nosotros somos perfectos por estar en Cristo.

Falso, porque:

1. El gobierno a los judíos se dio porque el gobierno es propio de la naturaleza, no por su imperfección.

2 Gobernantes también habrá entre los cristianos. Todos los reyes se convertirían en servidores de Cristo (Sl 2; 71; Is 60; 49). De ahí Teodosio, Carlomagno o Constantino.

Además, Cristo mandó dar al Cesar lo suyo (Mt 22) y Pablo manda estarles sujetos (Rm 13) por ser ministros de Dios.

Y se manda a orar por los magistrados, cuando si no se los apoyara entonces se oraría para su destrucción (Tito 3; 1 Pe 2).

Por la causa eficiente:

Dios es causa de la autoridad, porque la da a los hombres, pone y quita reyes, él los legitima (Prov 8,15-16; Da 2; 4; Rm 13; Is 45; Jr 27; Ez 29).

Por la causa eficiente: la autoridad introducida por Dios fue usurpada por los hombres de manera tiránica: ¿quién hizo rey a Nimrod, Alejandro o César?

1. Solo prueba su punto respecto a esas autoridades particulares, pero no sobre la autoridad política general en sí.

2. Además, incluso aunque haya usurpadores tiránicos, sin embargo la autoridad se legitima por el consentimiento de los pueblos conquistados. Porque aunque de Dios procede la autoridad, esta se establece por deliberación y consentimiento humano.

 

Dios creó al hombre libre y la sujeción se introdujo por el pecado. Una vez libres del pecado por Cristo debemos estar libres de sujeción.

En el paraíso el hombre solo dominaba a los animales, la dominación de la mujer vino por el pecado; y Caín fue el primero en tener reino político (y Nimrod el primero luego del diluvio).

 

 

 

3. ¿Es lícito para un magistrado cristiano establecer la ley, administrar justicia y castigar a los malvados?

Argumentos por la afirmativa

Argumentos por la negativa

Respuestas de la afirmativa

Hacer leyes: 1. Prov. 8,15: e Is. 33,22. Prerrogativa de mandar y dirigir, y la ley es mandato y regla. También Agustín (De civ. 19, 17).

2. Hay necesidad de las leyes civiles, porque se necesita reglas para las acciones humanas en sociedad. La ley natural no es suficiente porque es general y no detallada; y la ley divina se ocupa de asuntos celestiales; y la ley del A.T. está abrogada y anticuada. Ergo, necesidad de leyes.

La obligación de las leyes quita la libertad cristiana.

 

Si los príncipes no pudieran obligar con leyes, se debería a la libertad cristiana, pero no hay oposición. La libertad cristiana se opone a la esclavitud del pecado (Jn 8; Rm 6,22). La libertad consiste en poder elegir el bien y rechazar el mal, y la ley no nos impide eso, al contrario (Rm 3,31; Agustin, De spiritu et littera, 30). La ley divina tampoco se opone a la libertad, y por tanto la humana tampoco.

 

Hacer juicios:

1. Es prerrogativa del príncipe; rey y juez son casi sinónimos (Sl 2,10; Is 33,22; Jr 23,5).

2. Las leyes no tendrían beneficio si no hubiera juicio.

3. La Escritura admite juicios (Dt 16,18; 1 Cor 6,4-5).

 

Los juicios están prohibidos (Mt 5; 1 Cor 6)

Y si alguno te demandare en la ley y te quitare la túnica, déjale también la capa”.

(Agustín, Ep. 5/138) Mt 5 ha de entenderse referido solo a la disposición del espíritu. Porque ahí mismo Jesús dice “da la otra mejilla” y sin embargo él no la dio (Jn 18).

En 1 Cor 6, la “falta” en se debe al fin o a los medios (odio, riña, injusticias, traiciones, escándalo, etc) y no al juicio en sí.

Pena capital:

1. La ley natural y divina lo permiten (Gn 9,6; 38,24; Ex 21,12; Rm 13,4).

2. Los Padres: Inocencio I, Hilario (can. 32 al cap. 26 de Mt), Jerónimo (com, 22 de Jr), Agustín (De civitate, 1, 21).

3. Por la razón: el príncipe debe cuidar el bien común, y evitar que las partes corrompan al todo. Si no se puede mantener todas las partes en buen estado, hay que amputar la nociva.

 

La pena capital está prohibida (Mt 5 “Se dijo ojo por ojo… pero yo os digo…”; Mt 26 “Quien a espada mata…”)

Mt 5. 2 respuestas: a) Como la ley antigua era para hombres imperfectos,  nos permitió la venganza; b) no condena esa ley y tampoco prohíbe al magistrado infligir castigo de represalia, sino que condena la interpretación perversa de los fariseos y prohíbe el deseo y búsqueda de venganza por parte de ciudadanos privados.  Mt 26 solo puede entenderse así: todo aquel que comete un asesinato debe ser a su vez ejecutado por el magistrado. Se reprochó a Pedro no porque la defensa sea ilícita, sino porque quería vengar el agravio cuando no tenía autoridad (Agustín, Tratado 112 de Juan).

 

 

 

3.1. ¿Las leyes obligan en conciencia?

Argumentos por la afirmativa

Argumentos por la negativa

Respuestas de la afirmativa

1. La fuerza vinculante es la esencia de la ley y obligar es un efecto necesario de la ley.

2. Como la ley civil es participación de la ley eterna y el pecado es pecado contra la ley eterna, siempre que se trasgrede la ley humana se transgrede la eterna.

3. Una ley divina es más vinculante cuanto más atenta contra la caridad. Pero la ley humana también tiene la caridad como fin, y regula los medios para este fin.

4. Lo paso.

5. El rey es ministro de Dios, de ahí que pueda establecer leyes que obligan; hay que obedecerlo como si fuera Dios (Agustín, com. Sl. 70).

 

La autoridad temporal no tiene nada que ver con la conciencia

Atar la conciencia no es hacer algo espiritual e interno, sino mandar algo de tal manera que si no se obedece, se peca; y por el testimonio de su conciencia debería entender que peca.

Así, quien manda puede atar la conciencia aunque no juzgue actos internos.

El fin de la ley es la paz exterior

El príncipe no juzga asuntos internos.

El príncipe no puede infligir un castigo espiritual.

No puede imponer uno espiritual y eterno, pero sí puede imponer una obligación bajo pena de tal castigo.

El príncipe no puede absolver ni atar.

El pecado sería castigado dos veces (aquí y en el otro mundo).

No es absurdo que un mismo pecado sea castigado por muchos y en muchos lugares cuando ofende a muchos

El príncipe no tiene intención de imponer una obligación bajo pena de pecado.

Depende de la intención del legislador. Si quiere mandar leyes, no está en su poder eximir su ley de ser obligatoria bajo pena de pecado.

Hay que violar la ley civil más urgente antes que la ley menos divina.

No es que la ley civil no obligue, sino que se establece con menos firmeza. Porque ahí deja de ser ley, ergo, obligatorio.

 

 

4. ¿Está permitido hacer la guerra?

Argumentos por la afirmativa

Argumentos por la negativa

Respuesta de la afirmativa

1. Lo acepta la Escritura (Jc 3,1-2; 1 Sm 15,2-3; Lc 3,14).

2. En Mt 22 se manda dar tributo al César, y “no se debe tributo a los reyes por ningún otro propósito que no sea el de sostener al ejército en defensa de la república”.

3. Los Santos libraron guerras: Abraham, Moisés, Josué, Gedeón, Sansón, David, Josías y los Macabeos. En el N.T., Mt 8, con el Centurión. Y Jesús lo alaba por su fe. Hch 10, Centurión es llamado “justo y temeroso de Dios”. Siempre hubo cristianos en los ejércitos (Tertuliano, Apologeticus, c. 5; Eusebio, Historia 8,4; 9,10; Basilio, Oratio in laudem SS. 40; Gregorio Nacianceno, I oración in julianum, p. II).

4. Dios siempre ayuda en guerras justas (Gn 14,19; Ex 17,8-16; Js 10; 2 Mac 10; 15; Eusebio, Historia, 9,9; Theodoretus, Historia, 5,5; Sócrates, 7,18; Gregorio de Tours, Historia Francorum, 2,30; Agustín, De civit. 23).

5. El Estado necesita defenderse de los enemigos, internos y externos.

7.Los padres: Tertuliano, Apologeticus 42; Gregorio N. 3(2) Oratio de pace; Crisóstomo, homilía De nuptii d Juan 2; Ambrosio, sermón 7; De officiis, 1, 40.41; Oratio de obitu Theodosii; Agustín, epístola 5(135) a Marcelino; epístola 205 o 207 (189); Contra Fastum, 22, 74; Questiones in Iesum Nava, 6,10; Gregorio, epístolas 1, 72(74) a Genadius; 73(75); Gregorio de Tours, Historia 5,1; Bernardo, sermón a los soldados, 3).

Cuando Juan dice a los soldados cómo vivir, éstas órdenes se dan no para que vivan bien siguiéndolas, sino para que vivan menos mal.

No es así, porque Juan dijo que había que hacer frutos de arrepentimiento, y que todo árbol que no da fruto es cortado. Así, al arrepentirse publicanos y soldados preguntaban cuál era el buen fruto a producir. Juan no los engaña.

Dt 32 “Mía es la venganza”; Rm 12 “No os venguéis vosotros mismos… Yo pagaré, dice el Señor”.

La venganza que buscan las autoridades es venganza de Dios, porque son ministros suyos.

Is 2 “Convertirán sus espadas en rejas de arado.. no aprenderán más para la guerra”.

Solo se predica la paz perfecta en el nacimiento de Cristo, en tiempos de Augusto. Además, Is no prohíbe la guerra contra los enemigos, sino que predice que habrá un tiempo sin enemigos.

Mt 5 “No resistáis al mal, cuando te golpeen, presenta la otra mejilla” y Mt 26: “El que toma la espada a espada perecerá”; Rm 12: “No pagues a nadie mal por mal”.

Son preceptos dados a ciudadanos, porque nunca se ordena al juez no castigar los agravios. Y la guerra no se refiere a la venganza privada sino a la justicia pública.

Además, no siempre son preceptos, pueden ser consejos. Hay veces en que no hay que ofrecer la otra mejilla (Agustín, epístola 5[138]).

 

 

 


 

¿La autoridad política tiene que defender la religión (y debe reprimir la herejía) en vez de dejar que cada uno crea y viva como quiera?

 

Argumentos por la positiva

Argumentos por la negativa

Respuestas de la afirmativa

 

Por la Escritura: Se manda que los reyes sirvan al Señor y dispersen a los impíos (Prov 20, Sl 2). Agustín, epístola 50 [185] dice que el Rey debe prohibir lo contrario a la fe como Ezequías destruyó arboledas y templos idolátricos. También Josías y Daniel con la autoridad de Darío; o Nabucodonosor, prohibiendo blasfemar. Dt 17 ordena la muerte de los que no obedecen al sacerdote; Dt 18 manda matar a los pseudo-profetas.

En Apc 2 se muestra que la mezcla de cristianos con herejes es perjudicial. En Rm 16 se manda evitarlos, en Gá 5 dice que ojalá fueran destruidos. Tito 1 se manda reprenderlos.

 

Por testimonio de Papas y Emperadores:

León, epístola 75 (se concede autoridad para proteger a la iglesia y suprimir a los impíos); Anastasio II, epístola a Anastasio (manda que conduzca a los herejes de regreso a la fe con su autoridad); Gregorio, en libro 9 y 11, y epístolas 60 y 44.

Teodosio, por ley Cunctos populos, erradica la libertad de creencia. Valentiniano resistió a los paganos que querían adorar con sacrificios. Marciano, con la ley Nemo, prohibió cuestionar los Concilios. Constantino mandó cerrar os templos de los ídolos y amenazó con el exilio a quienes no aceptaran el concilio de Nicea. Constante y Constancio hicieron lo mismo.

 

Por la razón: 1) las autoridades temporal y espiritual no son cosas desconectadas, sino que se presentan como alma y cuerpo. De ahí, la autoridad temporal debe servir a la espiritual y protegerla (Gregorio Nacianceno, Oratio ad populum timore perculsum; Gregorio, libro 2, epístola 61[65]). La disensión en la fe es la destrucción de la Iglesia. Por lo que el príncipe deben cumplir su deber no dando libertad.

2) La libertad de creencia es destructiva para el bien temporal de los reinos y para la paz pública, porque la paz civil depende de la paz de la Iglesia. Donde se preserva la fe y obediencia a Dios, también la fe y obediencia al príncipe, porque es la misma fe la que lo enseña. También la disensión en la fe crea disensiones de espíritus y voluntades, y todo reino dividido perecerá.

3) La libertad de creencia es destructiva para aquellos a quienes se les permite porque no es más que libertad para errar. La libertad de alejarse de la fe única es precipitarse al abismo de los errores.

La fe es libre.

La fe es libre porque nadie puede ser obligado a convertirse. Pero la libertad no exime a uno de cumplir con los votos o promesas que ha contraído; y los que son bautizados prometen guardar la fe que reciben. Por lo que están obligados a guardar su fe de bautismo no siendo la libertad una excusa.

 

La fe es un regalo de Dios.

 

 

La experiencia enseña que nada se logra mediante la coerción.

La experiencia dice lo contrario, pues los donatistas, maniqueos y albigenses fueron derrocados y destruidos con la coerción de las armas. Asimismo, (en su epístola 48 [93]) Agustín atestigua que, por temor al castigo, muchas personas se convirtieron en su propio tiempo.

Hay diferencia entre judíos y herejes:

1) los judíos nunca aceptaron la fe cristiana, los herejes sí.

2) Los judíos adoran la religión que Dios estableció, los herejes adoran una religión inventada por el diablo.

3) El judaísmo es útil para la Iglesia, porque sus libros son profecías de nuestros asuntos; así  demostramos a paganos que no inventamos estas profecías.

4) Los judíos no intentan corromper a los cristianos como  los herejes.

 

Los cristianos siempre han tolerado a los judíos aunque sean enemigos de Cristo. En consecuencia hay que dejar a cada uno creer lo que quiera, y así, tolerar a los herejes.

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Mt 18: Jesús dice que los herejes deben ser considerados paganos o publicanos, no que deben ser matados.

Tito 3: Ordena evitar a los herejes, no que se los mate.

No mandaron matar a los herejes pero tampoco lo prohibieron.

Además, tampoco mandaron a matar adúlteros, asesinos, falsificadores o ladrones, y sin embargo eso se hace lícitamente por las leyes.

1 Corintios 11: “Porque debe haber también entre vosotros herejías, para que los aprobados se manifiesten entre vosotros”. Ergo, no hay que perseguir a los herejes.

No lo dice para significar que no hay que hacer nada ante la herejía, sino para predecir que Dios permitirá que existan y que dado la maldad humana éstas se encontrarán en el mundo. Mt 18: “Es necesario que vengan tropiezos”.