miércoles, 29 de julio de 2020

La Máscara de Fernando VII



No hay tal cosa de "Máscara de Fernando VII" por el simple hecho de que todos los independentistas/patriotas/rebeldes o como se les quiera llamar, desde México hasta Buenos Aires, siempre sostuvieron que reasumían la soberanía antiguamente depositada en Fernando VII; y, por tanto, eran independientes del Consejo de Regencia, siendo iguales españoles y americanos. No es nada oculto, no es una "máscara", en los mismos documentos oficiales lo afirmaban:


“Después que por la ausencia y prisión de Fernando VII, quedó el estado en una orfandad política, reasumieron los pueblos el poder soberano. Aunque es cierto que la Nación había transmitido en los reyes ese poder, pero siempre fue con la calidad de reversible, no solo en el caso de una deficiencia total, sino también en el de una momentánea y parcial."


Expresa lo mismo el Cabildo de Jujuy a la Junta de Buenos Aires en 1810: “Si los Pueblos que constituyen la Nación Española; por carecer de su amado Rey Don Fernando, se hallan autorizados por la misma Naturaleza, para recobrar sus derechos que depositaron en él.”


Y hasta se lo dice expresamente el gobierno de Buenos Aires al Virrey Elío en 1811:

https://es.wikisource.org/wiki/Tratado_de_pacificaci%C3%B3n_entre_la_Junta_de_Buenos_Aires_y_el_virrey_El%C3%ADo

Buenos Aires reconoce como Rey a Fernando pero no va a reconocer a las Cortes Generales en Cádiz; es independiente de ella, porque ha reasumido la soberanía.



Lo expresa también el documento mexicano "Elementos de nuestra constitución" de 1812:

“La independencia de la America es demasiado justa aun cuando España no hubiera substituido al Gobierno de los Borbones el de unas juntas á todas luces nulas, cuyos resultados han sido conducir á la Península al borde de su destrucción...

4. La America és libre e independiente de toda otra Nacion

5. La Soberania dimana inmediatamente del pueblo reside en la persona del señor D. Fernando Septimo, y su exercicio en el Supremo Consejo Nacional Americano

6. Ningun derecho á esta Soberania puede ser atendido por incontestable que paresca quando sea perjudicial á la independencia, y felicidad de la Nacion.”


La Declaración de Independencia de la América Septentrional, del 6 de noviembre de 1813, por el Congreso de Anáhuac dice lo mismo: Por recobrar el ejercicio de la soberanía “queda rota para siempre jamás y disuelta la dependencia del trono español.”


José María Cos expresa lo miso en “Planes de Guerra y Paz”, de 1812:

2º España y América son partes integrantes de la monarquía sujetas al rey; pero iguales entre sí, y sin dependencia o subordinación de la una respecto de la otra.

4º Ausente el soberano, ningún derecho tienen los habitantes de la Península para apropiarse la suprema potestad, y representar la real persona en estos dominios.

5. Todas las autoridades dimanadas de este origen, son malas.

6º El conspirar contra ellas la nación americana, no es más que usar de su derecho.

7º Lejos de ser esto un delito de lesa-majestad (en caso de ser alguno, sería de lesos-gachupines), es un servicio digno del reconocimiento del rey.

8º Después de lo ocurrido en la Península y en este continente desde el trastorno del trono, la nación americana es acreedora a una garantía para su seguridad.


Entonces, no hay “máscara” porque todos entendieron que reasumir la soberanía implicaba también establecer un congreso, promulgar una Constitución y aceptar otra vez a Fernando (o no) bajo nuevos términos (monarquía constitucional), por ser un pelele que rompió el pacto entre él y el pueblo.


Por eso dice el Acta de declaración de independencia de Venezuela:

“Las sesiones y abdicaciones de Bayona, las jornadas del Escorial y de Aranjuez, y las órdenes del lugarteniente duque de Berg, a la América, debieron poner en uso los derechos que hasta entonces habían sacrificado los americanos a la unidad e integridad de la nación española.


Venezuela, antes que nadie, reconoció y conservó generosamente esta integridad por no abandonar la causa de sus hermanos, mientras tuvo la menor apariencia de salvación.


América volvió a existir de nuevo, desde que pudo y debió tomar a su cargo su suerte y conservación; como España pudo reconocer, o no, los derechos de un rey que había apreciado más su existencia que la dignidad de la nación que gobernaba.


Cuantos Borbones concurrieron a las inválidas estipulaciones de Bayona, abandonando el territorio español, contra la voluntad de los pueblos, faltaron, despreciaron y hollaron el deber sagrado que contrajeron con los españoles de ambos mundos...


Cuando nosotros, fieles a nuestras promesas, sacrificábamos nuestra seguridad y dignidad civil por no abandonar los derechos que generosamente conservamos a Fernando de Borbón, hemos visto que a las relaciones de la fuerza que le ligaban con el Emperador de los franceses ha añadido los vínculos de sangre y amistad, por lo que hasta los gobiernos de España han declarado ya su resolución de no reconocerle sino condicionalmente.”



Podrá pensarse que, como asumieron la soberanía a nombre de Fernando VII para resguardar sus derechos y que luego se declararon independientes, entonces sí hay una máscara, porque terminaron violando aquellos derechos que previamente dijeron guardar y sostener; por lo que hablar en nombre de Fernando fue solo una estrategia para la posterior independencia. Pero tal cosa no es así, y por las siguientes razones:

1°. Porque todos los revolucionarios sostenían que la soberanía asumida les daba la potestad de formar una constitución, la cual debía aceptar el Rey al ser restituido en el trono. Y eso pensaron y aplicaron en México, Chile, el Río de la Plata y en la misma España, que promulgó la Constitución de Cádiz. Es decir, se reconoció aquél principio que señalaba Juan Ignacio Gorriti, según el cual el Rey gobierna con consentimiento del Reino y puede ser destronado por su incompetencia: 
 "el esplendor con que brillan los monarcas, ó es fruto de antiguos y grandes latrocinios, ó dádivas voluntarias de los pueblos, para que se consagren enteramente à velar por la prosperidad de la comunidad, y la observancia de las leyes que promueven; pero dones que se les pueden retirar, si ellos no llenan sus compromisos, ó dan el escándalo de infringir las leyes q´ aseguran á la comunidad su bien estar.” 
2°. Porque quienes abolieron la monarquía y establecieron una república lo hicieron cuando Fernando VII no había regresado al trono. Es decir, cuando no había certeza de qué iba a pasar con él, ni con España, ni con la América misma. En ello que establecer la república solo fue reconocer la primacía del principio de que el gobierno es establecido para el bien común. Eso aplicaron en Nueva Granada, Venezuela y México. Era más política pragmática sobre la marcha que una "máscara".
3°. Quienes no volvieron a restablecer a Fernando como rey luego de que fuera otra vez entronizado, se debió al empecinamiento de Fernando de querer remontar todo a 1807, puesto que tanto en el Río de la Plata, como Chile, Perú y México se buscó establecerlo como rey mediante una monarquía constitucional, cosa que rechazó.
  

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