Resumen esquemático de cómo concibe María Teresa de Braganza y Borbón, esposa de Carlos V -pretendiente Carlista al trono de España-, el liberalismo en su Carta a los españoles, del 25 de septiembre de 1864, y qué propone como contrapartida.
¿Cómo concibe al liberalismo?
Principios liberales
-Soberanía nacional. De la que emanan todos los poderes, derechos
y leyes. Se sustituye la voluntad puramente humana a la divina, y se niega todo
poder, ley y derecho divino.
De ello infieren:
-Los preceptos morales no necesitan sanción
divina, no es necesario que la ley humana sea conforme a la ley natural, ni
reciben de Dios su fuerza obligatoria. No existe ley divina y niegan la acción
de Dios en el mundo y los hombres.
-Levanta el Estado ateo o laico, se excluye a Dios y a la Iglesia de las leyes
y se lo relega a lo doméstico.
-De ahí que creen que la filosofía, la
moral, las leyes civiles pueden apartarse de la revelación y la autoridad de la
Iglesia.
-Autonomía de la razón humana. Es libre e independiente, árbitro de lo
verdadero y falso, lo bueno y lo malo.
De ello se sigue:
-Ella basta para procurar
el bien de las naciones.
-Se exalta la razón, la
libertad, la independencia, sus fuerzas y sus progresos.
De los dos principios, se infiere:
-Se anula de hecho toda
autoridad legítima. No hay autoridad donde todos son soberanos y autónomos.
-Se apela al sistema de
mayorías y elecciones (democracia) para suplir la falta esencial de autoridad y
de legitimidad.
-Se añade el derecho de la
fuerza. Porque la autoridad no es más que la suma del número y de las fueras
materiales.
-Consideran toda autoridad
como tiranía, por lo que apelan al derecho de rebelión.
-Se sustituye el derecho
legítimo a los hechos consumados (v.gr. Los bienes a la Iglesia ya se
expropiaron, por lo que hay que dar vuelta a la página. La educación laica ya
se instauró, hay que discutir otra cosa, etc.). El derecho viene a consistir en
el hecho material.
-Se da al Estado un derecho ilimitado sobre la propiedad de la Iglesia y los bienes nacionales.
-Niegan que la Iglesia sea
una sociedad verdadera, perfecta y enteramente libre, con derechos. Que toda al
poder civil definir sus derechos y sus límites. Puede el Estado meterse en
religión, impedir que ministros y fieles se comuniquen con el Papa, y que los
ministros no tienen dominio temporal.
-No admiten obligaciones,
solo hablan de derechos.
-No admiten deberes de conciencia, ni delitos ni crímenes sino puramente legales. Menos delitos políticos. Sus penas se reducen a la corrección disciplinaria para satisfacer al hombre o a la sociedad, y no a Dios.
-Felicidad en los intereses materiales. Placeres y comodidades de la vida, sin reparar en los medios.
-Exaltación de las fuerzas naturales de
la razón humana. Deprimir de la revelación y la doctrina católica. De ahí se sigue:
-La revelación:
imperfecta, sujeto a progreso continuo e indefinido, para ser acorde al
progreso y la razón.
-Los que no sostienen eso,
son oscurantistas, retrógrados e ignorantes.
-La opinión pública como fundamento del Estado, sus leyes y Gobierno. A pesar de que no existe la opinión pública. Opiniones hay tantas como cabezas. Solamente la verdad liga y une los entendimientos.
¿Qué contrapone o propone María Teresa contra
el liberalismo?
Los principios de Religión, Patria y Rey.
Religión:
-Principio de unidad,
contrario al liberalismo que divide en bandos.
-Fundamento de la vida
política, civil y doméstica. Decálogo como base de todas las leyes.
Contrario al liberalismo que se basa en la opinión pública –escepticismo- que niega
toda verdad.
Patria:
El patriotismo entendido
como amor al prójimo. opuesto al liberalismo egoísta, ya que lleva a:
-Autonomía de la razón:
hombre libre e independiente.
-Soberanía nacional: cada
uno soberano, con ambición y orgullo.
-Empleomanía: que lleva a
suspirar puestos lucrativos, por apego a intereses materiales.
-El interés de partido:
monopoliza los empleos públicos y las riquezas.
Todos principios egoístas,
opuestos al patriotismo.
Liberalismo: Salvo yo mis intereses, mis placeres, mi posición y mi vida
y húndase la Patria.
Patriotismo: Dios y religión, ante todo y sobre todo, y luego, ante todo
y sobre todo, la Patria. Lo nacional a lo extranjero, el bien común al interés
de partido o privado.
“Mas para renegar del servilismo extranjero es preciso
que todos los liberales de corazón se
unan a nuestra divisa: Religión, Patria y Rey.”
Rey:
-Por la gracia de Dios y no de la soberanía nacional. La primera, conforme a la fe católica, la
segunda conforme el liberalismo.
-La autoridad viene de Dios. Siendo
Dios autor de la sociedad, y ésta siendo imposible que exista sin autoridad,
se sigue que Dios la dota de autoridad. La autoridad tiene origen divino.
-Los derechos y deberes de los reyes y los pueblos, proviene de Dios. Contrario al liberalismo, que dice que todo esto emana de la soberanía nacional. Porque Dios impone leyes al hombre conforme a su naturaleza. De ahí los deberes de los hijos con los padres y viceversa, y los reyes con sus súbditos y viceversa.
-El Rey no es absoluto. Su poder
está limitado por los deberes con Dios y sus súbditos, y está limitado por mil
y mil casos particulares, por ser padre de muchos pueblos. Es, cuando mucho,
poder absoluto para el bien y no para el mal. Debe
respetar los fueros y privilegios de la Iglesia y las provincias, que limitan
su poder. Contrario al liberalismo, que es absolutista y despótico: se atribuye
una autoridad que no tiene, cree representar al pueblo por elecciones, y en
Cortes la minoría queda anulada por la suma mayoría (o sea, por la fuerza); es
omnipotente porque impone su voluntad a millones de voluntades. Desprestigia
toda autoridad y desencadena pasiones, y se acaba en anarquía o dictadura
militar. Y termina como tiránico imponiéndose leyes inicuas.
-Particularismo de cada nación. Los principios de Dios-Patria-Rey son toda la
vida, ley, historia, honor y gloria nacional de España. Abandonarlos por
principios liberales extranjeros es desnaturalizarse. Las naciones, como los
individuos, tienen sus diferencias de temperamento y organización, y lo que
conviene a una no conviene a otras. No se puede plantar las mismas plantas en
diferentes climas.
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